LA VIDA ES...
...En la vida la aspiración que tiene cada persona es encontrar la finalidad de su existencia, el verdadero sentido a las experiencias que vive y las cuales nos demuestran que estamos vivos; que por la vida que conservamos hemos de luchar hasta que el sudor no deje de caer de nuestras frentes y el sabor trabajo se confunda con la satisfacción de amar y ser amado. La vida en ciertas oportunidades te coloca tan cerca de tu meta que a veces cuesta darse cuenta que esta enfrente, tenemos que aceptar y reconocer nuestros propios defectos y nuestras debilidades, debemos pensar en que momentos de nuestra vida debemos andar sin preocupaciones y cuando estamos arriesgando el futuro; pero como se dice en el argot popular “...el que no arriesga, no gana...”, particularmente pienso que el que arriesga siempre gana, ya que es capaz de reconocer su propia miseria y superarla...
La vida me trajo a casa un jueves 1º de julio de 1982 a las 10:05 de la noche en el Centro Clínico “Dr. Marcial Ríos”; el encargado de este milagro fueron por supuesto mi padre y mi madre, pero el ayudante fue el gineco-obstetra Orlando Moret quien forma parte del grupo musical “Raíces de Venezuela” (curioso verdad!!!) quién ayudaría a que mi inclinación musical tuviera como plasmarse en mi vida ya que como mi madre no podía dar a luz, estuvo durante largo rato ejecutando magistralmente la mandolina, (hasta que se canso!!!) y desde ese entonces sabia que no iba a ser fácil pero que con esfuerzo lograría conocerme a mí mismo; desde ese entonces comencé a sentir que me faltaba algo...
Mi vida considero que fue aprender desde que me dieron luz verde para salir a este mundo, mundo que se encontraba un poco convulsionado para aquella época. Lo primero que conocí fue la música, y es algo que ha seguido marcando el ritmo de mi universo. Como todo ser humano comencé la educación inicial y a formarme como una persona íntegra en mi vida intelectual y espiritual. A la edad de 5 años recibí lo que hasta ahora considero que a sido una de las impresiones más fuertes; observé a mi bis-abuela en su ataúd, su imagen todavía perdura en mi memoria.
A la edad de 6 años ingresé a la escuela básica con la ilusión que tiene todo niño, jugar, aprender, y divertirse y gracias a Dios así fue. A la edad de 7 años comencé mis estudios musicales y empezó a surgir en mí esa pasión, que tiene el poder de llevarte al cielo o al infierno, pero en definitiva te transforma y te hace sentir diferente.
Así como una persona normal me fue llegando la vida y con más ganas de enfrentarla esperé su encuentro. En la etapa adolescente como es normal esa fuerza maravillosa que se llama AMOR fue inundando mi cuerpo y mi alma; es increíble como un sentimiento que a pesar que no ha sido matematizado, ni calculado, logre ese impacto e nosotros, nos transforma, nos vuelve en buenas personas ó en verdaderos malvados; esto transcurría en la ciudad de Valera a la edad de 14 años y no pensaba que de repente me iba a ocurriría algo que cambiaria mi vida para siempre...
De repente mi familia y yo nos mudamos a Mérida, que me había visto nacer pero que había abandonado a la edad de 4 años. Sin amigos nos toco establecernos acá, a pesar que no fue fácil, la vida en esta hermosa ciudad fue cada vez más placentera y en definitiva fue el cambio que surgió para bien de nosotros, y como dice Paulo Coelho “... cuando ansias un cambio, el universo entero conspira para que este se dé...”
En el año de 1999 ingresé a estudiar en la facultad de Ciencias Puras de la Universidad de los Andes, no me fue tan bien, pero siempre dispuesto a no dejarme vencer por las adversidades decidí ingresar en el año 2001 a la Coral “Vinicio Adames” de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes y digamos que ha sido lo mejor que he intentado desde que me conozco, iba a realizar algo que me gustaba de toda la vida e iba a conocer a la mujer que cambiaria mi existencia de ahí en adelante; conocí a la mujer que hoy día es mi esposa. En el año 2003 decidí cambiar mi rumbo académico y orientarlo a lo que verdaderamente me gusta que es enseñar.
La vida transcurre más rápido que nuestros pensamientos, y cada segundo que pasa es uno menos que tenemos; entonces debemos vivirla al máximo, no sabemos en que momento nos vamos a ausentar. La finalidad del nacimiento es la muerte, pero el intermedio de la historia nosotros lo definimos, porque triste es la vida de aquel que vive y muere sin conocer el verdadero motivo de esta...
JOSÉ MANUEL
